LUZAGA

Se sitúa en una zona de gran belleza natural y se caracteriza por los inviernos, largos y gélidos, y sus gentes, simpáticas y acogedoras. Luzaga se encuentra a pocos kilómetros de Anguita, río abajo. Abrigado entre las suaves vertientes de un vallejo formado a su paso por el río, asienta el caserío de Luzaga en el borde meridional del pinar que cubre gran parte de la sierra del Ducado, antes de ser arrasado por el incendio de 1994. Sus alrededores, por donde discurre el río entre angostos roquedales; los pinares densos y solitarios, las parameras frescas, constituyen motivos para realizar excursiones y pasar temporadas de vacaciones. En su termino está enclavado el campamento juvenil "el Doncel", que se utiliza durante el verano por grupos de toda España. Para los pescadores, es un ritual amenísimo el recorrer las orillas del Tajuña en busca de las abundantes piezas que se crían en sus frescas aguas.
Orígenes e Historia

La traducción del Bronce de Luzaga, un pacto de hospitalidad celtíbero actualmente perdido, pero cuya foto se conserva en la Real Academia de la Historia, en Madrid, ha hecho que algunos historiadores relacionen a Lutia (Antigua ciudad celtíbera, perteneciente a la tribu de los lusones (o a la de los arévacos según otras fuentes), única que intentó acudir a la llamada de socorro de Numancia. Dicha petición llegó a varias ciudades portada por Retogénes el Caraunio, escapado del cerco levantado por Escipión mediante unas ingeniosas escalas. Este intento de ayuda conllevó la venganza del propio Escipión que, antes de que los lutiakos se pusiesen en marcha, llegó a la ciudad y cortó las manos de 400 jóvenes, logrando así asestar dos golpes a sus habitantes: el primero físico, dejando inútil a la población trabajadora, y el segundo moral, impidiendo a los guerreros morir honorablemente en el campo de batalla puesto que no podían empuñar armas) con Luzaga. Este hecho viene apoyado por el descubrimiento por parte del Marqués de Cerralbo de una necrópolis celtíbera con tumbas de diversos períodos.
Además de restos celtíberos y romanos (Yacimiento Altoimperial de los Palacios), encontramos sobre un meandro del Tajuña los restos del Castillo de Albalate de Tajuña, conocido en el pueblo como "el torreón de Albalate", ya que a día de hoy solo restos de este elemento son visibles sobre el monte en el que se erigiera la fortificación.
Son facilmente apreciables, también, los restos de trincheras, nidos de ametralladora y otras edificaciones de la Guerra de Liberación, en la zona del municipio que linda con los de Sotodosos y Abánades.
Su patrón es San Zenón, - En algunas denominaciones del cristianismo, especialmente en la iglesia Católica y en las Ortodoxas, en las cuales se cree en la intercesión de los santos, el santo patrón de un grupo de personas particular es un santo que tiene una afinidad especial a ese grupo y a sus miembros. Los oradores son considerados por algunas personas probablemente para preguntarles por su santo patrón. Por ejemplo, Cristóbal de Licia es generalmente reconocido como el santo patrón de los viajeros, San Patricio es el santo patrón de Irlanda y de los irlandeses y Santiago el Mayor y es el patrón del reumatismo y de España. La Iglesia Ortodoxa generalmente asocia similarmente a santos con lugares, pasatiempos y actividades, y usualmente esa asociación toma lugar localmente - que se celebra el 9 de julio, y su patrona es la Virgen de la Quinta Angustia (Virgen de las Angustias en el quinto dolor), que se celebra el tercer domingo de septiembre. Ambas imágenes permanecen en el interior de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, templo románico del siglo XII, modificado en el siglo XVIII, que se situa en la zona alta de la villa.
La iglesia parroquial está destinada a Nuestra Señora de la Asunción. Es de estilo románico rural, construida en el siglo XII, con gran espadaña triangular a los pies y bella portada abocinada con arquivoltas semicirculares, columnillas y capiteles de temas vegetales sobre el muro de mediodía. En su interior, bastardeado, destaca una pila románica muy interesante, y una custodia del siglo XVIII: El ábside del templo es semicircular y presenta ventanilla central muy estrecha, con canecillos bajo el alero y múltiples marcas de cantería en el sillar del muro.