Etimología y origen
Fundada originalmente por los Íberos con el nombre de Arriaca (quizá signifique río pedregoso, como el nombre árabe, ya que 'Arriaga' es pedregal en vascuence), debe su actual nombre a los musulmanes, en árabe, wād al-haŷara واد الحجرة o وادي الحجرة, «río de las piedras» o «valle de las fortalezas»).
Coordenadas
Latitud: 40º 37' 59" N
Longitud: 03º 10' 00" O
Altitud: 708 metros sobre el nivel del mar (Plaza Mayor).
Contexto geográfico
El término municipal de Guadalajara incluye las siguientes pedanías: Iriépal, Taracena, Usanos y Valdenoches.
Por la ciudad discurre el río Henares.
Demografía
Habitantes: 78.115 (2007).
Clima
Continental, típico de la meseta castellana. Veranos largos, secos y calurosos, e inviernos igualmente largos y rigurosos, dan paso a primaveras y otoños cortos y templados.
Historia
Historia antigua
Se tiene constancia de que existió una ciudad romana llamada Arriaca, fundada probablemente por pueblos prerromanos, que se localizaba probablemente en la actual Guadalajara o cerca de ella. En cualquier caso no hay constancia arqueológica de esta ciudad sino sólo referencias en textos como la Ruta Antonina.
Historia Medieval
Fundación árabe
La ciudad de Guadalajara fue fundada por los árabes, en el siglo VIII, como una fortaleza en la frontera llamada Medinat-al-Farag, que podríase significar "la ciudad de Farag, posiblemente gobernador de la ciudad por aquel tiempo, o "ciudad fuerte". Toma posteriormente el nombre que por aquel entondes denominaba al río Henares, Wad-al-Hayara, es decir, "río de las piedras".
La historia de Guadalajara durante la dominación islámica es poco conocida. Son vestigios de la época el puente sobre el río Henares y, en parte, las ruinas del Alcázar que fueron reaprovechadas (y "manipuladas") en época posterior: en la actualidad pueden visitarse para contemplar, sobre una pararela elevada, las distintas excavaciones, catas y sondeos que los arqueólogos realizan en su interior. La Guadalajara árabe formó parte de la taifa de Toledo.
Conquista castellana
En 1085, Guadalajara fue conquistada por el rey castellano Alfonso VI. Las crónicas atribuyen la hazaña a uno de los lugartenientes de El Cid, Álvar Fañez. Desde 1085 hasta la batalla de las Navas de Tolosa en 1212, la historia de la ciudad sufrió las guerras contra los almorarávides y almohades. A pesar de las guerras, la nueva población cristiana logró establecerse definitivamente en el territorio mediante repoblaciones de gentes procedentes del norte —castellanos de la montaña y las merindades, vascos y navarros, fundamentalmente— y les fue concedido por el rey Alfonso VII un primer fuero en 1133. En 1219, Fernando III concedió un nuevo fuero, el "fuero largo", a la ciudad. Durante el reinado de Alfonso X, la protección del rey aseguró el desarrollo económico de la población, mediante la defensa de sus comerciantes y la autorización de sus ferias y mercados.
El Renacimiento: Los Mendoza
En la segunda mitad del siglo XIV se estableció en Guadalajara la familia Mendoza, cuyo destino en adelante marcó el de la ciudad. Entre los miembros de esta familia figuran Iñigo López de Mendoza, el marqués de Santillana (1398-1458), y Pedro González de Menodoza (1428-1495), gran cardenal de España y consejero de los Reyes Católicos. El ascenso de la familia Mendoza, que desde 1475 ostenta el título de duque del Infantado, supuso que la corte señorial de los duques actuara de motor económico de la vida urbana. En 1460, el rey Enrique IV concedió a Guadalajara el título de ciudad y confirmó su voto en Cortes.
Historia moderna
Tras el auge del s. XVI, durante el siglo siguiente los Mendoza trasladaron su sede a Madrid, mermando el desarrollo de la ciudad. Durante la Guerra de Sucesión Española Guadalajara fue saqueada. Felipe V ordenó el establecimiento de la real Fabrica de Paños de Guadalajara, que funcionó en el Álcazar hasta principios del siglo XIX.
Historia Contemporánea
El siglo XIX se inicia con dos reveses para la ciudad: los daños causados por la Guerra de la Independencia Española (1808-1813), y el cierre de la Real Fábrica de Paños en 1822. En 1808 Guadalajara fue tomada por el ejército francés, al mando del general Hugo y la ciudad fue destruida.
En 1840 fue designada capital de provincia y sede de instituciones públicas por el Plan Burgos. Se instala la Academia de Ingenieros Militares. El crecimiento, durante la segunda mitad del s. XIX hasta bien entrado el siglo XX, es lento, centrado en las actividades de sede administrativa y sin desarrollo industrial.
Después de la Guerra de Liberación Española (1936-1939), que supuso notables daños a la ciudad, en 1959 Guadalajara fue incluida en los planes de desarrollo como polígono de descongestión industrial de Madrid, siendo desde entonces la ciudad que ha logrado en los últimos años una de los mayores tasas de crecimiento relativo de España.
ARTE Y MONUMENTOS:
Palacio del Infantado (Gótico Isabelino – S. XV)
Iglesia de Santiago (S. XIV)
Iglesia de San Gil, (s.XII–XIII), restos.
Iglesia de Nuestra Señora la Antigua, (s.XII a XX)
Concatedral de Santa María (Mudéjar – S. XIII)
Antigua Iglesia de los Remedios (S. XVI)
Iglesia de San Ginés (S. XVI).
Iglesia del Carmen (S. XVII).
Iglesia de San Nicolás (S. XVII)
Iglesia del Antiguo Convento de San Francisco (S. XVI) Guadalajara posee cinco grandes pulmones verdes:
Parques y Parajes Naturales
Parque de la Constitución, en cuya entrada se encuentra la Puerta de la Constitución.
Parque de la Concordia, en pleno centro de la ciudad.
Parque de la Amistad.
Parque de San Roque.
Parque de Las Lomas.
A demás, la ciudad se encuentra rodeada de destacados parajes naturales:
El Sotillo, un área recreativa junto al Poblado de Villaflores al paso de la Cañada Real de las Matas.
El Clavín, con cuevas y vista panorámica de la ciudad y de la vega del Henares.
Finca de Castillejos, un bosque de ribera junto al río Henares.
Peña Hueva y Pico del Águila, entre Taracena y Valdenoches.
Capilla de Luis de Lucena (S. XVI)
Palacio de Don Antonio de Mendoza y antiguo Convento de la Piedad (Renacentista – S. XV)
Restos del antiguo Alcázar y de puertas (Alvarfáñez, Alamín y Bejanque) de la muralla de la ciudad.
Fundación y Panteón de la Duquesa de Sevillano (Velázquez Bosco. S. XIX)
Parque de la Constitución
Festividades
Procesión de los Apóstoles (Corpus Christi. Data del S. XV)
Fiestas patronales de la Virgen de la Antigua (8-IX)
Ferias y Fiestas (Mediados de septiembre)
Religión
La ciudad de Guadalajara es co-sede de la diócesis de Sigüenza-Guadalajara que coincide en sus límites con la provincia de Guadalajara. Esta diócesis es sufragánea de la Archidiócesis de Toledo.
Hasta 1955, Guadalajara pertenecía a la Archidiócesis de Toledo. Ese año se produjo una remodelación de límites diocesanos que en nuestro caso consistió en hacer coincidir la diócesis de Sigüenza con la provincia de Guadalajara; en 1959 se designó a la ciudad de Guadalajara como co-sede diocesana.
Fundada originalmente por los Íberos con el nombre de Arriaca (quizá signifique río pedregoso, como el nombre árabe, ya que 'Arriaga' es pedregal en vascuence), debe su actual nombre a los musulmanes, en árabe, wād al-haŷara واد الحجرة o وادي الحجرة, «río de las piedras» o «valle de las fortalezas»).
Coordenadas
Latitud: 40º 37' 59" N
Longitud: 03º 10' 00" O
Altitud: 708 metros sobre el nivel del mar (Plaza Mayor).
Contexto geográfico
El término municipal de Guadalajara incluye las siguientes pedanías: Iriépal, Taracena, Usanos y Valdenoches.
Por la ciudad discurre el río Henares.
Demografía
Habitantes: 78.115 (2007).
Clima
Continental, típico de la meseta castellana. Veranos largos, secos y calurosos, e inviernos igualmente largos y rigurosos, dan paso a primaveras y otoños cortos y templados.
Historia
Historia antigua
Se tiene constancia de que existió una ciudad romana llamada Arriaca, fundada probablemente por pueblos prerromanos, que se localizaba probablemente en la actual Guadalajara o cerca de ella. En cualquier caso no hay constancia arqueológica de esta ciudad sino sólo referencias en textos como la Ruta Antonina.
Historia Medieval
Fundación árabe
La ciudad de Guadalajara fue fundada por los árabes, en el siglo VIII, como una fortaleza en la frontera llamada Medinat-al-Farag, que podríase significar "la ciudad de Farag, posiblemente gobernador de la ciudad por aquel tiempo, o "ciudad fuerte". Toma posteriormente el nombre que por aquel entondes denominaba al río Henares, Wad-al-Hayara, es decir, "río de las piedras".
La historia de Guadalajara durante la dominación islámica es poco conocida. Son vestigios de la época el puente sobre el río Henares y, en parte, las ruinas del Alcázar que fueron reaprovechadas (y "manipuladas") en época posterior: en la actualidad pueden visitarse para contemplar, sobre una pararela elevada, las distintas excavaciones, catas y sondeos que los arqueólogos realizan en su interior. La Guadalajara árabe formó parte de la taifa de Toledo.
Conquista castellana
En 1085, Guadalajara fue conquistada por el rey castellano Alfonso VI. Las crónicas atribuyen la hazaña a uno de los lugartenientes de El Cid, Álvar Fañez. Desde 1085 hasta la batalla de las Navas de Tolosa en 1212, la historia de la ciudad sufrió las guerras contra los almorarávides y almohades. A pesar de las guerras, la nueva población cristiana logró establecerse definitivamente en el territorio mediante repoblaciones de gentes procedentes del norte —castellanos de la montaña y las merindades, vascos y navarros, fundamentalmente— y les fue concedido por el rey Alfonso VII un primer fuero en 1133. En 1219, Fernando III concedió un nuevo fuero, el "fuero largo", a la ciudad. Durante el reinado de Alfonso X, la protección del rey aseguró el desarrollo económico de la población, mediante la defensa de sus comerciantes y la autorización de sus ferias y mercados.
El Renacimiento: Los Mendoza
En la segunda mitad del siglo XIV se estableció en Guadalajara la familia Mendoza, cuyo destino en adelante marcó el de la ciudad. Entre los miembros de esta familia figuran Iñigo López de Mendoza, el marqués de Santillana (1398-1458), y Pedro González de Menodoza (1428-1495), gran cardenal de España y consejero de los Reyes Católicos. El ascenso de la familia Mendoza, que desde 1475 ostenta el título de duque del Infantado, supuso que la corte señorial de los duques actuara de motor económico de la vida urbana. En 1460, el rey Enrique IV concedió a Guadalajara el título de ciudad y confirmó su voto en Cortes.
Historia moderna
Tras el auge del s. XVI, durante el siglo siguiente los Mendoza trasladaron su sede a Madrid, mermando el desarrollo de la ciudad. Durante la Guerra de Sucesión Española Guadalajara fue saqueada. Felipe V ordenó el establecimiento de la real Fabrica de Paños de Guadalajara, que funcionó en el Álcazar hasta principios del siglo XIX.
Historia Contemporánea
El siglo XIX se inicia con dos reveses para la ciudad: los daños causados por la Guerra de la Independencia Española (1808-1813), y el cierre de la Real Fábrica de Paños en 1822. En 1808 Guadalajara fue tomada por el ejército francés, al mando del general Hugo y la ciudad fue destruida.
En 1840 fue designada capital de provincia y sede de instituciones públicas por el Plan Burgos. Se instala la Academia de Ingenieros Militares. El crecimiento, durante la segunda mitad del s. XIX hasta bien entrado el siglo XX, es lento, centrado en las actividades de sede administrativa y sin desarrollo industrial.
Después de la Guerra de Liberación Española (1936-1939), que supuso notables daños a la ciudad, en 1959 Guadalajara fue incluida en los planes de desarrollo como polígono de descongestión industrial de Madrid, siendo desde entonces la ciudad que ha logrado en los últimos años una de los mayores tasas de crecimiento relativo de España.
ARTE Y MONUMENTOS:
Palacio del Infantado (Gótico Isabelino – S. XV)
Iglesia de Santiago (S. XIV)
Iglesia de San Gil, (s.XII–XIII), restos.
Iglesia de Nuestra Señora la Antigua, (s.XII a XX)
Concatedral de Santa María (Mudéjar – S. XIII)
Antigua Iglesia de los Remedios (S. XVI)
Iglesia de San Ginés (S. XVI).
Iglesia del Carmen (S. XVII).
Iglesia de San Nicolás (S. XVII)
Iglesia del Antiguo Convento de San Francisco (S. XVI) Guadalajara posee cinco grandes pulmones verdes:
Parques y Parajes Naturales
Parque de la Constitución, en cuya entrada se encuentra la Puerta de la Constitución.
Parque de la Concordia, en pleno centro de la ciudad.
Parque de la Amistad.
Parque de San Roque.
Parque de Las Lomas.
A demás, la ciudad se encuentra rodeada de destacados parajes naturales:
El Sotillo, un área recreativa junto al Poblado de Villaflores al paso de la Cañada Real de las Matas.
El Clavín, con cuevas y vista panorámica de la ciudad y de la vega del Henares.
Finca de Castillejos, un bosque de ribera junto al río Henares.
Peña Hueva y Pico del Águila, entre Taracena y Valdenoches.
Capilla de Luis de Lucena (S. XVI)
Palacio de Don Antonio de Mendoza y antiguo Convento de la Piedad (Renacentista – S. XV)
Restos del antiguo Alcázar y de puertas (Alvarfáñez, Alamín y Bejanque) de la muralla de la ciudad.
Fundación y Panteón de la Duquesa de Sevillano (Velázquez Bosco. S. XIX)
Parque de la Constitución
Festividades
Procesión de los Apóstoles (Corpus Christi. Data del S. XV)
Fiestas patronales de la Virgen de la Antigua (8-IX)
Ferias y Fiestas (Mediados de septiembre)
Religión
La ciudad de Guadalajara es co-sede de la diócesis de Sigüenza-Guadalajara que coincide en sus límites con la provincia de Guadalajara. Esta diócesis es sufragánea de la Archidiócesis de Toledo.
Hasta 1955, Guadalajara pertenecía a la Archidiócesis de Toledo. Ese año se produjo una remodelación de límites diocesanos que en nuestro caso consistió en hacer coincidir la diócesis de Sigüenza con la provincia de Guadalajara; en 1959 se designó a la ciudad de Guadalajara como co-sede diocesana.
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