Alcocer es un pequeño pueblo de la provincia de Guadalajara. Se encuentra situado en el centro de un importante señorío, la "Hoya del Infantado". Este señorío gozó de gran esplendor durante la Edad Media y llego a su fin a finales del siglo XX. Alcocer, como su propio nombre indica es una población o villa de origen árabe. No se conoce a ciencia cierta si hubo algún asentamiento anterior al árabe. No obstante, en las cercanías de Alcocer se han descubierto asentamientos íberos, celtíberos y romanos. Alcocer nació pues a raíz de un asentamiento árabe, probablemente como casa de labranza que, posteriormente, pasó a convertirse en fortaleza para defender el paso por los márgenes del río Guadiela.
Fue señora de esta villa doña Mayor Guillén de Guzmán, amante del rey Alfonso X antes de que este tomara en matrimonio a doña Violante de Aragón. Fruto de este idilio nació, como hija bastarda, doña Beatriz, futura Reina de Portugal. En reconocimiento al aprecio que don Alfonso sentía por doña Mayor, le hizo entrega de un extenso señorío que abarcaba, entre otras, las villas de Cifuentes, Alcocer, Salmeron y Valdeolivas. Doña Mayor nunca se sintió merecedora de tan alto linaje, por ello no contrajo matrimonio con don Alfonso X y se retiró a Alcocer donde, en 1262, fundó el Monasterio de San Miguel del Monte. Dicho monasterio se encrontaba a menos de media legua de la villa, dados los peligros que corrían las religiosas en un lugar tan apartado, fue trasladado dentro de la villa en el año de 1373. En su lugar llegaron religiosos de la orden de San Francisco que permanecieron en el hasta 1569, año en que también se mudaron al nuevo monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles construido extramuros de la villa.
Doña Mayor murió en clausura y su cuerpo fue enterrado dentro del monasterio de las monjas Clarisas de San Miguel del Monte. Tras la mudanza a la villa se trasladó también su cuerpo que, curiosamente permaneció casi en perfecto estado hasta bien entrado el siglo XX. En 1936 desapareció junto con una escultura hecha en madera policromada, considerada una de las mejores obras funerarias de la Edad Media en Guadalajara.
Tras la muerte de doña Mayor, heredó el señorío su hija doña Beatriz, reina de Portugal. A esta le sucedió su hija doña Blanca que lo vendió al infante Don Juan Manuel. Tuvieron sus más y sus menos principalmente por falta de pago y doña Blanca canceló la venta en favor del infante Don Pedro. Fue un litigio largo en el que al final se llegó a un acuerdo aunque Don Pedro nunca quedó satisfecho y causo estragos en diversas localidades. Posteriormente pasó a manos de la familia Albornoz y finalmente, los Reyes Católicos crean un extenso señorío que llaman "del Infantado" y hacen donación en favor de Don Diego Hurtado de Mendoza, primer Duque del Infantado. Permaneció en manos de esta familia hasta finales del siglo XIX.
El Monumento capital de Alcocer es, sin duda alguna, su iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción. Monumento majestuoso de transición del románico al gótico, con la particularidad de tener la planta de una catedral en miniatura. Su torre, edificada sobre la antigua fortaleza árabe, yergue imperturbable presidiendo la Hoya del Infantado. Es considerada una de las mejores iglesias de la provincia de Guadalajara y recibe el sobrenombre, en absoluto exagerado, de "La Catedral de la Alcarria"
De lo que fue su muralla hoy sólo quedan vestigios y de sus puertas, que eran cuatro, no queda hoy piedra sobre piedra. Tenía cuatro entradas, la puerta de Millana, la de Cuenca, la de Pareja y la de Huete o "Álvar Fáñez" (dice la leyenda que Álvar Fáñez, sobrino del Cid Campeador, fue quien conquisto a los moros la villa de Alcocer).
Fue señora de esta villa doña Mayor Guillén de Guzmán, amante del rey Alfonso X antes de que este tomara en matrimonio a doña Violante de Aragón. Fruto de este idilio nació, como hija bastarda, doña Beatriz, futura Reina de Portugal. En reconocimiento al aprecio que don Alfonso sentía por doña Mayor, le hizo entrega de un extenso señorío que abarcaba, entre otras, las villas de Cifuentes, Alcocer, Salmeron y Valdeolivas. Doña Mayor nunca se sintió merecedora de tan alto linaje, por ello no contrajo matrimonio con don Alfonso X y se retiró a Alcocer donde, en 1262, fundó el Monasterio de San Miguel del Monte. Dicho monasterio se encrontaba a menos de media legua de la villa, dados los peligros que corrían las religiosas en un lugar tan apartado, fue trasladado dentro de la villa en el año de 1373. En su lugar llegaron religiosos de la orden de San Francisco que permanecieron en el hasta 1569, año en que también se mudaron al nuevo monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles construido extramuros de la villa.
Doña Mayor murió en clausura y su cuerpo fue enterrado dentro del monasterio de las monjas Clarisas de San Miguel del Monte. Tras la mudanza a la villa se trasladó también su cuerpo que, curiosamente permaneció casi en perfecto estado hasta bien entrado el siglo XX. En 1936 desapareció junto con una escultura hecha en madera policromada, considerada una de las mejores obras funerarias de la Edad Media en Guadalajara.
Tras la muerte de doña Mayor, heredó el señorío su hija doña Beatriz, reina de Portugal. A esta le sucedió su hija doña Blanca que lo vendió al infante Don Juan Manuel. Tuvieron sus más y sus menos principalmente por falta de pago y doña Blanca canceló la venta en favor del infante Don Pedro. Fue un litigio largo en el que al final se llegó a un acuerdo aunque Don Pedro nunca quedó satisfecho y causo estragos en diversas localidades. Posteriormente pasó a manos de la familia Albornoz y finalmente, los Reyes Católicos crean un extenso señorío que llaman "del Infantado" y hacen donación en favor de Don Diego Hurtado de Mendoza, primer Duque del Infantado. Permaneció en manos de esta familia hasta finales del siglo XIX.
El Monumento capital de Alcocer es, sin duda alguna, su iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción. Monumento majestuoso de transición del románico al gótico, con la particularidad de tener la planta de una catedral en miniatura. Su torre, edificada sobre la antigua fortaleza árabe, yergue imperturbable presidiendo la Hoya del Infantado. Es considerada una de las mejores iglesias de la provincia de Guadalajara y recibe el sobrenombre, en absoluto exagerado, de "La Catedral de la Alcarria"
De lo que fue su muralla hoy sólo quedan vestigios y de sus puertas, que eran cuatro, no queda hoy piedra sobre piedra. Tenía cuatro entradas, la puerta de Millana, la de Cuenca, la de Pareja y la de Huete o "Álvar Fáñez" (dice la leyenda que Álvar Fáñez, sobrino del Cid Campeador, fue quien conquisto a los moros la villa de Alcocer).
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