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miércoles, 5 de marzo de 2008

HITA

Geografía
Hita es un municipio de la provincia de Guadalajara). El término municipal, de 56,49 kilómetros cuadrados, se encuentra a 27 Kilómetros al nordeste de Guadalajara, en el norte de la Alcarría Guadalajareña, justo donde acaba esta comarca natural y comienza la Campiña. El río Badiel (afluente del río Henares), junto al que se encuentra la urbanización «Arcipreste de Hita», cruza de este a oeste la parte meridional del término, en el norte se encuentra el monte de Las Tajadas, quedándose a escasos metros del río Henares. La zona nordeste es ocupada por el antiguo término municipal de Padilla de Hita.
El relieve es ondulado, con terrenos constituidos por calizas del Mioceno. Los materiales dominantes son las margas yesíferas y las arcillas vindobonienses estructurados horizontalmente, coronados por calizas pontienses de facies continental. Las partes más elevadas del municipio se encuentran en el este coincidiendo con la meseta alcarreña, llegando superar los 1.000 metros de altura sobre el nivel del mar. En esas mismas cotas se sitúan los "cerros testigo" de esa meseta alcarreña uno de los cuales es el cerro de Hita con 981 metros, enclavado en el centro del término, sobre el que se asienta en su falda meridional el casco urbano de Hita. La parte más baja del término se encuentra en Sopetrán (715 m.) donde abandona el río Badiel su paso por el municipio. Precisamente este enclave de Sopetrán es un terreno aislado del resto del municipio aunque por escasos metros.
El clima es mediterráneo templado con inviernos fríos. La primera helada de otoño suele producirse la primera semana de noviembre y la última helada de primavera la primera semana de marzo. La temperatura media anual es de 14º C. En el mes de enero las temperaturas medias son de 4º a 6º y en el mes de julio de entre 22º a 24º. Las precipitaciones anuales se sitúan entre 400 y 500 mm.
La carretera CM-1003 (antigua C-101 Guadalajara-Tafalla) cruza el municipio de suroeste a nordeste, mientras que la carretera GU-144 parte del núcleo urbano de Hita en dirección norte hacia Copernal y Espinosa de Henares. Paralela al río Badiel transcurre la carretera GU-107 (CM-1003 a Valdearenas y Muduex). Por el este también pasa la carretera GU-108 (Casas de San Galindo-Valdearenas) en un tramo de 2.000 metros.
Historia
Las características del cerro de Hita como cerro testigo de la meseta alcarreña y su enclave entre los valles de los ríos Badiel y Henares han hecho de Hita un lugar destacado en la Historia. El valle del Henares es el camino natural entre el centro y el nordeste de la península ibérica y desde el cerro se domina ampliamente este valle desde Jadraque hasta Alcalá de Henares, unos 60 kilómetros de vega y una extensión de más de 1.500 kilómetros cuadrados.
Ya se menciona a Hita en el Cantar del Mío Cid, en la Leyenda de los Siete Infantes de Lara y en la «Vida de Santo Domingo» de Gonzálo de Berceo. El Señor de Hita Íñigo López de Mendoza, Marqués de Santillana, fue un hombre impulsor de las artes. Por Hita han pasado reyes (Isabel y Fernando) y emperadores (Carlos I). En Hita se entremezclan las batallas, las construcciones militares o las disputas urbanas por un lado, y la lírica, la cultura o la convivencia por otro. Desde hace más de dos mil años hasta hoy en día son muchos los siglos de esta contradictoria «poesía».
La situación de Hita ha marcado su historia desde sus orígenes hasta el Siglo XX, su situación originó su apogeo y su situación generó su declive. Las guerras y batallas hicieron de Hita un lugar estratégico importante, las mismas que más tarde provocaron su destrucción.
El nombre de Hita, en castellano antiguo Fita, proviene del latín ficta. Su significado es lugar resaltado.
Los Romanos
No hay datos históricos de Hita hasta la época musulmana aunque es de suponer según muchos autores que la importancia de Hita viene de bastantes siglos atrás. Por los restos encontrados en la zona, se presupone que desde la prehistoria ya hay población en los alrededores de Hita. Han aparecido algunos restos del Paleolítico y del Neolítico y escasos de la Edad del Bronce. Posteriormente serían los celtíberos, tribus locales, los que ocuparan Hita hasta la llegada de la romanización. Los romanos instalaron en Hita un punto de vigilancia de la calzada romana que unía Mérida y Zaragoza. Antonino Pío menciona, en su itinerario romano, un lugar llamado Caesada 16 millas arriba de Arriaca (Guadalajara).
La localización de la Caesada romana en la ubicación actual de Hita es un tema en el que los historiadores no coinciden plenamente. Algunos la sitúan en las cercanías de Espinosa de Henares basándose principalmente en los restos encontrados. Sin embargo analizando en conjunto todos los datos, la situación y la posible ruta de la calzada romana, todo apunta a situarla en el cerro de Hita.
Dentro de la estructura romana, Caesada estaba incluida dentro de Hispania Citerior y posteriormente en la Hispania Tarraconense. La población hispano-romana siguió creciendo hasta la llegada de los árabes.
Edad Media
Tras la presencia romana es de suponer que Hita tendría una influencia de los visigodos y del inicio de la cultura cristiana proveniente de Toledo, sin embargo existen escasos vestigios de esa época. En el año 611 comenzaron las obras del monasterio de Sopetrán junto a la ermita del mismo nombre. Fueron iniciadas por el rey Gundemaro y terminadas por el también rey visigodo Chindasvinto, estando en pie poco tiempo pues fue destruido por primera vez en el año 728 por los árabes. Tras la entrada de las tropas árabes en España, el cerro de Hita es conquistado en el año 712 por Witiza. Pocos años después en las cercanías de Hita, entre el pueblo y lo que hoy es Torre del Burgo, en un cerro llamado Sabatrán, instala su cuartel general el moro rebelde Saquía. Enfrentado con Abderraman era poseedor de grandes extensiones de tierras al sur de Toledo.
Hita se encontraba durante la mayor parte de está época de dominación árabe en la zona fronteriza de Al Andalus, La vida militar fue por tanto importante en la zona, creándose puestos de vigilancia para controlar las incursiones cristianas en la zona. En el cerro de Hita se instalaría un «hisn», una torre de vigilancia, probablemente sobre otras defensas ya existentes de épocas anteriores, siendo la base del castillo. Con la fortificación la población siguió creciendo, fundamentalmente de componente mozárabe, pero con importantes asentamientos de colonias hebreas que daban fe de la prosperidad del lugar.
Hita fue reconquistada en el año 1085 por las tropas de Alvarfáñez, capitán de Alfonso VI, con lo que Hita pasa a formar parte de la corona de Castilla. Con el fortalecimiento de su castillo -de cara a las ofensivas morávides y almohades- y su variada población -cristiana, judía y árabe- está es la época de mayor apogeo de Hita, siendo una de sus principales fuentes de riqueza la producción vinícola. Sus tierras se extienden desde el río Henares hasta el río Tajuña. Es creado su Concejo y es la cabecera de su Común de Villa y Tierra -las estructuras existentes en esa época- llegando a tener su propio Fuero recibido en 1256 de Alfonso X.
La importancia de la villa y su floreciente comercio es tal que Pedro I instala en el castillo de Hita uno de sus puestos de recaudación de impuestos a cargo del judío Samuel Levi.
En 1119 la reina doña Urraca donó Hita a su yerno Fernando García (de Hita). En 1274 es la hija de Alfonso X, la infanta doña Berenguela, la Señora de Hita, sucedida por su sobrina la infanta doña Isabel, hija de Sancho IV. Posteriormente pasó a formar parte de la familia de los Orozco y después de los Mendoza.
El Arcipreste
Por Hita han pasado reyes, señores y grandes personajes de la Historia; su atalaya ha servido para vigilancia y defensa de la zona, y se podría decir que la vida militar ha marcado la trayectoria del lugar desde sus orígenes. Sin embargo la villa de Hita es conocida mundialmente gracias a un clérigo, a un poeta que ni siquiera se sabe si realmente existió. El «Libro de Buen Amor» es una de las obras más importantes de la literatura española lo que hace que sea estudiada en todo el mundo. Hay tres manuscritos, dos datados en 1330 y el otro en 1343. El libro cuenta con 1728 estrofas y un prólogo en prosa.
Del autor del «Libro de Buen Amor» tan sólo se sabe lo que él mismo cuenta en su libro desconociéndose si se ajusta a la realidad. Cuenta que es Juan Ruiz, Arcipreste de Hita y que es de Alcalá, sin indicar si se trata de Alcalá de Henares, Alcalá de Guadaira... En cualquier caso es conocedor de la tierra de Hita y sus alrededores. Este poeta y eclesiástico vivió entre finales del siglo XIII y mediados del siglo XIV.
Sobre el autor existen muchas teorías. Desde admitir lo que cuenta en su obra en la que hace de protagonista, hasta que es un seudónimo bajo el que se encuentra el cardenal Gil de Albornoz parodiado en el libro.
Los Mendoza
La familia de los Orozco eran los dueños de la tierra de Hita así como de otras muchas posesiones de la provincia. Íñigo López de Orozco luchó en la batalla del Salado, fue favorecido por Alfonso XI y Pedro I, Su hijo (también llamado Íñigo López de Orozco) posteriormente se pasaría al bando de Enrique II de Trastamara, y Pedro I le confiscó todos sus bienes, entre ellos los señoríos de Hita y Buitrago. Tras la Batalla de Nájera el rey Pedro I le ejecutó. La hermana de Íñigo, Juana de Orozco se casó en 1340 con Gonzalo Yáñez de Mendoza, el primero de la familia alavesa de Mendoza en llegar a las tierras de Guadalajara. Su hijo Pero González de Mendoza fue el que recibió, tras el asesinato de su tío, los bienes de los Orozco incluyendo las tierras de Buitrago e Hita, entregadas por Enrique II en 1368 antes de asesinar a su hermanastro Pedro I. Pero González de Mendoza llegó a ser mayordomo mayor del Rey Juan I por el que sacrificó su vida en la batalla de Aljubarrota. Estuvo casado en segundas nupcias con Aldonza Fernández de Ayala. Su hijo Diego Hurtado de Mendoza, almirante de Castilla, heredó el mayorazgo que instituyo su padre en 1370 con las villas de Hita y Buitrago y sus extensos territorios. El sucesor de Diego Hurtado fue su hijo Íñigo López de Mendoza, primer Marqués de Santillana. Este Señor de Hita y Buitagro fue aumentando aún más sus territorios hasta convertirse de hecho en el dominador de gran parte de la actual provincia de Guadalajara incluida la capital. Jugó un papel importante en las disputas políticas y bélicas por el trono de Castilla yendo a refugiarse a Hita siempre que la necesidad lo requería. Ya que aunque Hita era un importante punto estratégico pero no defensivo, en 1441 se encargó de levantar, junto al concejo de Hita, la muralla que ha perdurado hasta nuestros días. Una de las puertas de la muralla, la de Santa María, en la que dejó estampadas sus armas, es un bonito ejemplo de la arquitectura militar de la época. El Marqués fue un hombre amante de las artes, son famosas sus Serranillas. Su devoción hacia la Virgen le hizo revitalizar el monasterio de Sopetrán dotándolo de obras de arte como las tablas de Sopetrán, hoy en el museo madrileño de El Prado. A toda su extensa descendencia la dejó bien colocada. Su primogénito Diego Hurtado de Mendoza además de Señor de Hita y Buitrago obtuvo el título de Duque del Infantado por su ayuda a los Reyes Católicos. Íñigo López de Mendoza fue nombrado Duque de Tendilla. De entre todos sus hijos es de destacar Pedro González de Mendoza, más conocido como el Cardenal Mendoza. Fue párroco de Hita a los nueve años y más tarde siendo Gran Cardenal de España tuvo gran influencia con los Reyes Católicos, siendo decisivo en momentos históricos como el descubrimiento de América, llegando a ser considerado "el tercer Rey de España".
El Declive
La llegada al trono de los Reyes Católicos supuso la estabilidad política de Castilla el fin de las guerras y batallas que dieron a Hita su importancia. La convivencia pacífica de moros, judíos y cristianos en el cerro de Hita también estaba a punto de llegar a su fin. Con la expulsión de los judíos en 1492, se comenzó a fraguar la decadencia de Hita. En esta época Hita contaba con 3 iglesias y 2 sinagogas. Los judíos controlaban toda la economía de Hita y a su marcha dejaron huérfanos todos los sectores productivos e incluso la estructura administrativa del pueblo. Los amplios cultivos de viñedos y la producción de vino en sus numerosas bodegas (de gran calidad que hasta estaba reconocida con su propia "denominación de origen") fue descendiendo. La guerra de la Independencia también utilizó la comarca de Hita como escenario. Las guerrillas dirigidas por Juan Martín el Empecinado contra las tropas francesas, se centraron en esta zona alcarreña ideal por su relieve para atacar a las tropas en su paso hacia el centro de la península. Hita estuvo Incluida en el Señorío de Mendoza y Osunas hasta el siglo XIX.
La Guerra Civil
La Guerra Civil Española (1936-1939) causó la destrucción de la mayor parte del conjunto urbano de Hita. Incluida dentro de la zona republicana fue línea del frente de batalla durante la mayor parte de la contienda. El casco urbano de Hita quedó ubicado dentro de la zona republicana, situándose las tropas sublevadas en los alrededores hacia el noreste, en el cerro de «La Tala» y en los cerros de Padilla de Hita. Todavía hoy pueden contemplarse los restos de trincheras en el cerro de Hita y en muchos lugares del término municipal. La artillería de las tropas sublevadas, junto con los bombardeos de la aviación destruyeron casi por completo el casco urbano incluyendo la Iglesia de San Pedro y parte de la Iglesia de San Juan, mientras que los milicianos republicanos volaron la puerta de la muralla para que pudieran pasar los vehículos al centro del pueblo y destruyeron gran parte del patrimonio religioso de las iglesias. Los vecinos lograron salvar algunas imágenes como la talla gótica de la Virgen de la Cuesta (Patrona de Hita). Un año después de comenzar la contienda, la población civil fue evacuada a municipios conquenses. A su vuelta, con las casa destruidas, establecieron su vivienda en los bodegos de la parte alta del pueblo. De la reconstrucción del pueblo se encargó la Dirección General de Regiones Devastadas, pero en lugar de reconstruir construyeron nuevas barriadas bajo las murallas terminando de destruir las paredes que habían quedado en pie. Por otra parte la mayor parte de las lápidas sepulcrales de la destruida iglesia de San Pedro fueron trasladadas a la iglesia de San Juan gracias a la iniciativa del cronista provincial Layna Serrano. La guerra y la posterior emigración disminuyeron la población. En 1960 Hita contaba con unos 600 habitantes, casi la mitad que a principios del siglo. En 1961 el profesor Manuel Criado de Val crea el Festival de Teatro Medieval de Hita. Los Festivales Medievales, incluidos en los «Festivales de España» contaron con gran prestigio en los años 60, era habitual ver a personajes famosos e incluso ministros. El 23 de diciembre de 1964 la Villa de Hita es declarada Conjunto Histórico siendo el segundo lugar de la provincia que cuenta con está denominación tras Atienza. En esas fechas se restaura la puerta de Santa María. En los años 70 se comienza la construcción del Palenque así como la restauración del tramo correspondiente de la muralla, mientras también se comenzaba a pavimentar alguna calle y se instalaba el alcantarillado urbano.
La Democracia
En el último cuarto del siglo XX se producen importantes cambios dentro de Hita. Llega la “modernidad” y llevándose consigo otras costumbres milenarias. La población se mantiene en torno a los 300 habitantes pero varía en sus características. Desciende la natalidad y desaparece la escuela pública por falta de alumnos. La mejora de los transportes origina que los desplazamientos a otras localidades sean habituales para todo tipo de actividades. Comercio, trabajo, educación o vivienda no tienen ya necesidad de desarrollarse en la misma población, y la cercanía de Hita a Guadalajara provoca importantes movimientos de personas en ambos sentidos. La construcción de segundas residencias en Hita también crece, y poco a poco se van ocupando los muchos solares que ocupan la mayor parte del extenso casco urbano, sin olvidar la urbanización arcipreste de Hita surgida a orillas del Badiel en el paraje de Palomares. Este nuevo cambio de fisonomía del pueblo deberá continuar en los próximos años pues desde 2001 Hita se encuentra dentro del radio de 85 kilómetros de Madrid que marca el nuevo Abono Transportes de la Comunidad de Madrid en la corona E2, aunque por el momento no hay líneas de transporte que puedan ser utilizadas. Es pavimentado un gran porcentaje del casco urbano, son restaurados y reconstruidos tres tramos de la muralla, se reconstruye de nueva planta la llamada “Casa del Arcipreste”, son restauradas las ruinas de la iglesia de San Pedro, se garantiza el suministro de agua potable de calidad desde grandes distancias. Los cambios que se producen en España en el ultimo cuarto del siglo XX también afectan a Hita. En el ámbito político aparece la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha acercando la administración al municipio. Mientras en la Junta de Comunidades el signo político no cambia de unas elecciones a otras, en el municipio la alternancia es habitual. Las primeras elecciones municipales de 1979 son ganadas por la candidatura independiente encabezada por Fernando Sanz frente a la otra lista encabezada por el hasta entonces alcalde Zoilo Sánchez. En el pueblo se comienzan a realizar obras de pavimentación. Mientras el Festival Medieval empieza a decaer, su gestión pasa a ser llevada por la Diputación de Guadalajara y pese a tener presupuestos millonarios (de pesetas) los costes son elevadísimos y el resultado es poco atractivo. En 1992 es el primer año en el que Hita comienza a participar de lleno en el Festival. De las colaboraciones esporádicas realizadas hasta la fecha se pasa a estar implicados directamente en la organización, en ese año son más de 100 las personas de Hita que se confeccionan y participan con sus propios trajes medievales, creando un ambiente impensable hasta la fecha. En 1983 y 1987 las elecciones son ganadas por la lista del PSOE encabezadas por el independiente Mariano San Miguel, sin embargo éste no completó su segunda legislatura ya que en 1989 se produjo una moción de censura en el Ayuntamiento motivada por la no celebración de la fiesta de los toros de ese año y José Blas, concejal de la lista del PSOE, pasó a ser el nuevo alcalde. En 1991 el nuevo alcalde sería Jaime Sánchez (independiente en las listas del PP) En 1985 es refundada la Asociación Cultural «Arcipreste de Hita» que comienza a capitalizar la vida cultural y social de Hita, en principio codo con codo con el Ayuntamiento produciéndose un distanciamiento progresivo que culmina con los graves enfrentamientos que se producirían en el verano de 1989 y que desembocarían en la no celebración de las fiestas de ese año y en la posterior moción de censura en el Ayuntamiento. Posteriormente las relaciones entre Ayuntamiento y Asociación volvieron a cauces normales de colaboración. La década de los 90 se comienzan a verse las posibilidades turísticas de Hita como algo posible. También comienza a aparecer la inmigración del extranjero para realizar trabajos agrícolas y de construcción.

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